sábado, 31 de agosto de 2013

Los inicios de la industria salitrera




La historia del salitre data desde el siglo XVIII, época en que comenzó a ser explotado, tras descubrir distintos  yacimientos de salitre en el desierto de Atacama (actuales regiones de Tarapacá y Antofagasta en Chile).
En un principio, comenzó a ser explotado por indígenas de la zona, quienes lo extraían de lugares escondidos en forma clandestina.
Fue un mineral que explotaron tres países, Bolivia y Perú en un inicio y luego Chile, entre los años 1810 y 1812, se instalaron en las pampas salitreras del norte grande, las oficinas de Negreiros, Pampa Negra y Zapiga.
En estos  países existió un monopolio hecho por la primera dama Bernardita Ortiz, dueña de una fábrica del salitre, los cuales llegaron a ser los únicos productores de salitre, en Bolivia y en Perú, desde el año 1830 hasta 1884, y luego en Chile desde el año 1884 hasta su llegar a su decadencia en la década de 1920.
A mediados de la década de 1830, el salitre era comprado por países tales como Francia, Estados Unidos, Inglaterra y luego por Alemania, Italia y otros países europeos.
La explotación del salitre en la etapa peruana, estuvo en manos de empresas chilenas) y en la década de 1870 en manos del estado peruano.
En 1850 la industria del salitre recibe un nuevo impulso,  ya que la provincia de Tarapacá contó con más mano de obra y capital. Además, en 1853 se comenzó a usar otro sistema para elaborar el salitre, el cual permitía obtener un  mayor rendimiento y eficiencia de éste.
En 1866, el empresario chileno José Santos Ossa, realizó las gestiones necesarias ante el gobierno de Bolivia para que Chile pudiese explotar salitre en tal país.
En 1871 se inauguró el primer ferrocarril salitrero, el cual unía al lugar de extracción de La Noria con el puerto de Iquique. El ferrocarril era el encargado de transportar el salitre para que fuera exportado en los barcos que esperaban en los distintos puertos del norte.
La causa determinante del inicio de la Guerra del Pacífico, fue que Bolivia no respetó el acuerdo de límites de 1874 que tenía con Chile. Con el aumento de los impuestos que el gobierno de Bolivia había impuesto a la Compañía de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta de Chile, pasaron a llevar el tratado que  ambos tenían, el cual fue el detonante que le dio inicio al conflicto bélico.
La Compañía chilena se negó a pagar tal impuesto y el gobierno boliviano ordenó el embargo de sus bienes y su posterior venta en subasta pública. El gobierno chileno respondió a tal acto, ocupando el puerto de Antofagasta, el 14 de febrero de 1879.
Una vez acabada la Guerra del Pacifico, en la etapa  de explotación chilena del salitre, ésta estuvo en manos de empresas extranjeras, tales como; empresas  alemanas y estadounidenses, las cuales estuvieron siempre  lideradas en su mayoría por empresas de capitales ingleses (cerca de un 60%).

En 1971  la industria del salitre a pesar de ir en decadencia, fue nacionalizada, asumiendo su explotación la Sociedad Química y Minera de Chile (SOQUIMICH), la cual posteriormente fue privatizada, siendo en la actualidad la principal y casi la única empresa dedicada a esta actividad.



Fuentes:

La industria salitrera en Chile



El país salía victorioso de la Guerra del Pacifico y los grandes yacimientos salitreros de las provincias de Tarapacá y Antofagasta, que antes habían estado de manos de Perú y Bolivia, pasaron a formar parte del territorio nacional. 
La producción del salitre se constituyó en el pilar fundamental de la economía chilena, entre 1880 y 1930, ya que durante este período Chile giró en torno a la producción y exportación del llamado “oro blanco”,  imponiéndose así en el país productor más grande del mundo.
El Estado incrementó sus ingresos notablemente, lo que permitió una inversión en diversas obras públicas. Se desarrolló la minería del carbón en la zona de Lota y la actividad agrícola y ganadera se expandió.           El estado chileno se convierte en un país monoexpotador, ya que según las cifras de exportación del país, el salitre llegó a constituir un 70% del total, siendo uno de los principales abastecedores de salitre para la construcción de armamento durante la Primera Guerra Mundial.
Entre las características principales de este este sistema de exportación, podemos mencionar:
·         La industria del salitre era también una fuente de trabajo muy importante, ya que esta industria requería poca tecnología, pero si de una gran fuerza laboral, de los cuales la mayoría eran chilenos.
·         Se produjo un incremento de la inversión extranjera, ya que el desarrollo de la industria salitrera atrajo la inversión, de países como Alemania, Estados Unidos y especialmente la participación de ingleses, quienes tuvieron una gran participación en los nuevos centros mineros.
·          El Estado chileno obtenía su participación en esta enorme fuente de riqueza a través de los derechos aduaneros de exportación que cobraba en los puertos de embarque. 
·         Mejoras materiales que beneficiaron principalmente los sistemas de comunicación, como por ejemplo, la creación de una amplia red de líneas férreas, puentes y carreteras. Además, la construcción de escuelas y hospitales.
·         Se crearon nuevas instituciones financieras, las que surgieron a partir de la necesidad de regular el gran intercambio comercial producido en la época.
·         Nuevas transformaciones sociales, las cuales se generaron con la aparición de una clase proletaria y media, además de la formación de la oligarquía.
·         Aparición de un nuevo tipo de Estado, con una mayor participación en la economía, el cual con recursos y dineros en aumento, incrementó el gasto público, dando así un mayor bienestar a los chilenos. 
  

 La producción y exportación del salitre, se vio seriamente afectada con la creación del salitre sintético por parte de los alemanes, es así, que después de determinada la Primera Guerra Mundial la demanda de este nitrato decae considerablemente todo esto sumado a la Gran Depresión económica de 1929, los cuales pusieron fin al ciclo de la economía del salitre en nuestro país.


Fuentes:

La Matanza de la Escuela Santa María en Iquique

  
 Han pasado más de cien años desde que ocurrió uno de los hechos más lamentables y tristes de la historia de la sociedad chilena, la matanza de la Escuela de Santa María de Iquique, ocurrida el 21 de diciembre del año 1907.
    La industria salitrera se encontraba en su máximo apogeo en la provincia de Tarapacá, en el norte chileno (territorio arrebatado recientemente al Perú y a Bolivia durante la llamada Guerra del Pacífico). La explotación del salitre se encontraba principalmente en manos  de  ingleses, y  a pesar de que se producían enormes riquezas gracias a este recurso, pocas de estas ganancias iban a dar a manos de los obreros que la trabajaban.

        El origen de este conflicto se remonta a los reclamos que iniciaron los trabajadores de la pampa salitrera en Chile, quienes exigían mejoras en sus condiciones de trabajo, debido a que éstas eran miserables. Los trabajadores eran sometidos a la  explotación día a día y a cambio recibían un salario que ni siquiera les  alcanzaba para cubrir sus necesidades de subsistencia.
     Al no ser tomadas en cuenta sus demandas, los trabajadores pidieron que se les facilitaran los medios para volver al sur del país, desde donde la mayoría ellos provenían.
Ante una nueva respuesta negativa del gobierno a sus demandas, los trabajadores decidieron ir a huelga (conocida como “la de los catorce peniques”), a la cual se integraron rápidamente miles de obreros provenientes de las diferentes oficinas salitreras de Chile.
    Ante el fracaso de todas sus intenciones por llegar a un acuerdo, los trabajadores salitreros decidieron desalojar la escuela Santa María, donde se encontraban unos 5.000 huelguistas alojados.
    El gobierno, bajo el mandato de Pedro Montt, intentó hacer todo lo posible por frenar este movimiento, por lo cual, el general del ejército de Valparaíso Roberto Silva Renard, hizo avanzar dos ametralladoras, colocándolas frente a la escuela. Sólo unos doscientos trabajadores lograron abandonar el lugar.
    Luego, un par de horas más tarde, comenzó el fuego de ametralladoras y fusilería, los cuales atravesaban los quebradizos muros de madera de la escuela. Cientos de personas cayeron heridas.
   Una vez que habían finalizado los disparos, la infantería del ejército entró a la escuela usando sus armas en contra de los obreros. Los trabajadores que trataban de huir, eran heridos con una lanza por los soldados a caballo.
   Después de varios minutos de horror, los huelguistas detenidos (unas 6.000 a 7.000 personas aproximadamente), fueron llevados hacia el Hipódromo por el ejército,  en donde estos cometieron nuevos asesinatos.
   El general Silva Renard fue quien estuvo a cargo de las tropas militares y bajo las instrucciones del ministro del interior de la época, Rafael Sotomayor Gaete, ponen fin a la rebelión y ordenando matar en Iquique a miles de trabajadores que venían desde las salitreras con el objetivo de poner fin a la desigualdad social vivida en la época. 

     Es en este momento de la historia cuando se inicia el gran movimiento obrero, el cual ha dejado marcado con sangre un legado que hasta hoy los trabajadores agradecen, pero recuerdan con profundo dolor.


Fuentes: